Ravenna, ciudad de arte, tiene un atractivo centro peatonal que es su verdadero corazon histórico.
Tiene ocho monumentos de la UNESCO: la Basílica de San Vitale, el Mausoleo de Galla Placidia, el Baptisterio ariano, el Baptisterio ortodoxo (o Neoniano), la Capilla de San Andrés, el Mausoleo de Teodorico y la Basílica de San Apolinar in Classe.
Està conectada a la mar desde el puerto a lo largo de unos 12 km, el más importante del Adriático para entrega y partida de mercancías. Además de los muchos aspectos artísticos y culturales Ravenna tiene un disctricto rico y diversificado: desde el famoso bosque de pinos, la cabaña de Garibaldi, la reserva donde viven aves de especies raras, las playas, las colinas cercanas a zonas de tratamiento de spa, hasta el parque de atracciones Mirabilandia.

Historia

Ravenna fue un gran puerto militar durante el Imperio Romano, en el siglo quinto se convirtió en la capital del Imperio Romano de Occidente y bajo el dominio de los bizantinos fue elegida sede de la Prefectura de Italia por el emperador Justiniano, reflejando así la fastuosidad oriental de la corte bizantina.
Hoy en día es famosa por sus sugestivos mosaicos bizantinos y paleo cristianos de colores fantásticos que dejan una impresión duradera en la mente del visitante. Ravenna no es «sólo» esto, tiene muchos otros monumentos, como la tumba de Dante Alighieri y, de gran importancia aunque poco conocida, la colección de iconos en el Museo Nacional y la antigua carta náutica en la Biblioteca Classense.

El Hotel Bisanzio tiene la mejor ubicación para vivir Ravenna: està en el centro histórico, ideal para caminar y hacer compras, dentro de una zona segura de tráfico restringido, cerca de los principales monumentos, teatros, universidades, el municipio, la provincia, la estación y la cámara de comercio.

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